shedno

what about me?
what about him?

Fue sabia la Amy hoy. JF Kennedy estaría orgulloso. Soy tan ingenuo, tan imbecil, tan iluso, tan estúpido y tan crédulo. Yo sé que hay un boomerang de por medio, pero no soy tan malo como creo ser. ¿O sí? I wanna know my insides. Yes... I'm guilty of this, you should know this. Soy un non-existent. I need to be taken down... seriously. Esto ya no da para más. Soy sincero y me miento a la vez, o soy un mentiroso que se cree todo lo que dice. Nunca lo quise aceptar, pero la vida me lo enseñó un día, mientras dormía, mientras soñaba. ¿Cuándo será el día? ¿Qué hice? ¿QUÉ HICE? No, ¿qué hago? ¿Cuál es mi puto problema? What about me? Ya ni sé donde tomar mi avión, la vida me grita algo y mi corazón se opone. Me tira. Todo me tira. Me encanta como las canciones se apoderan de mi alma hasta el fondo, e incluso la deterioran más de la que yo mismo lo hago. O la tergiversan. O incluso la rompen hasta la semana pasada (conocida como "nunca jamás"). ¿Y por qué doy explicaciones? Esto ya no da para más. Esto ya no da para más. Me cuesta, y me cuesta aceptar... Me cuesta el final y el principio, de noche ya no puedo estar. Burn burn burn my life down, tengo un dolor en el pulmón izquierdo. Creo que alguien me apuñaló y no me di cuenta. Le escribí antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo. Olvidar, olvidado, intento pasar desapercibido, pero no puedo. A nadie le gusta, pero me encanta llorar. Pescar, ya no tanto. Sin embargo, pesco a menudo lo que no debería. De hecho, no debería pescar, para nada me sirve. No deseo ni bien ni mal a las personas, a mi me deseo... nada. Nada merezco ya si sigo así, deberían encerrarme en una pocilga. Las lágrimas se secan y destilan. Los bailes ya no parecen tan entretenidos. Hasta el orden ya no me parece sensual. Y sigo aquí, con un cuadro roto y una canción de despedida. Un juego de poker y un habano de Honduras. Los zapatos ya no quieren aparecer en la revista de detectives. No me imagino por qué, pero cada pieza del puzzle ya no encaja... cada una se ha encargado de mimetizarse con mi melancolía y producir una nueva obra de arte, arte humano, arte moderno e interesante. Pero duele. Duele mucho cuando no lo noto, y cuando lo noto se hace insoportable. Los museos ya no abren a la hora, ni las postales ni las cartas llegan a sus destinos, y mi destino ya ni encaja con la hora del reloj. Todo se vuelve un remolino de sonidos y de pronto hay un túnel. El túnel. Gran túnel. Lo único que pienso es en llamar, llamar al imán de desesperanza y volver a la oscuridad. Yo cuento. Sé contar. Cuento con nadie. Nadie siempre gana. Nadie es mejor que yo en contar. De hecho, nadie es el campeón del contar. Sólo yo me quedo atrás, iletrado e iluso nuevamente. Esto ya no da para más. Hay que parar esto. Para esto. Para esto. DETÉN ESTO POR FAVOR. DETENME. DENTENME AHORA. Átame, manipúlame, consúmeme antes que yo lo haga por mi cuenta. Rómpelo de una vez. Ya no aguanto más en estas condiciones. Rompe el círculo. Si nadie lo hace por mi, yo ya no sé. No da para más... no doy para más.

KONEC HRY