martes, 29 de noviembre de 2022

Llueve en París

 ¿Qué hay en París que no haya aquí?

Más desilusiones sin un porvenir

más flores marchitas esperando

una nueva temporada

o es el sonido del viento

que me conmueve hasta el témpano de hielo

que llevo en lugar de mi corazón

en este nevado invierno

junto a la torre Eiffel 

y deseando haber sido más fuerte

más capaz de exponerte mis ideas

mi cosmovisión

tus ideales y tu obstinación

te alejaron del francés

te alejaron de mí 

las personas, las palomas

las luciérnagas, las cigarras

su canto, su sacrificio vital

de estar internamente con ellas

y nosotros los humanos que no podemos 

estar tanto tiempo dentro de nosotros mismos

menos aún

contemplando los Campos Eliseos desde una altura

vista considerablemente volado

me figuro

mientras decidimos si el crucero por el Sena sería nuestro último destino

antes del final, muy parisino

bajo el arco del triunfo

porque al final siempre triunfa

lo que llevamos dentro del alma

una rosa sin pétalo

una hora sin minutos

un corazón sin sangre

una historia sin antagonista

Parisiera que ninguno se recuerda de lo magníficas que eran nuestras vidas

antes del amor.

Y la próxima vez que vuelvas a París, por favor,

no cargues tanto equipaje

que estorba 

y llueve.


viernes, 9 de septiembre de 2022

el diablo

 que ridículo ser él

el que se burla de todos

el que se sabe la ciudad

hasta por los poros

el que escatima en lo mínimo,

pero disfruta en su máximo,

y luego vuelve vacío al nido,

sin aires, sin esperanzas 


y entonces me digo


debe ser triste ser él

bañándose en su pijama de sudor

debe ser triste ser él

prendiendo un miserable insomnio

a las 4 de la mañana

del 20 de mayo 

de un año de mierda


debe ser triste

tenerse lástima

tanta como sea necesaria 

para enumerar cuántos cuentos

has contado hasta parecer

un loco 


un cuerdo jamás lo haría

un loco si lo haría


y por loco me refería

a qué me da

tanta tristeza 

el ser él

digo

debe ser triste serlo


deambulando por las calles

inhóspitas,

en busca de aventuras

inéditas,

prófugas,

condensadas y confesadas

a aquel 

que aún no piensa 

que debe ser muy triste

ser él, y de nuevo

a veces 

digo,


que desearía ser él

que debería ser él

y perder aquel miedo

que debiera ser él

y dejar aquel 

pensamiento 


de convertirme en él

asti ú

acaso sabes 

si la fruta que comes 

es siempre dulce

o analizas 

la importancia que tiene

el descubrir nuestras miradas

como hierro amargo

bailando estivales

cosechándose

involucrándose


acaso sabes

si la rabia que generas

es siempre amarga

violenta y rupturista

uniéndonos, acercándonos

al calor, al sonido

sofocante abrazo, semejante risa

en pasar un verano

sin prisa