Ambivalencia de tenerte, de ir o dejar ir
no puedo lograr entender si lo logrado es
o no es que
que es lo que me llama
quien me viene a buscar
quien me cobija en inverno
mientras tú utilizas tu manto como excusa
en el frío, en el altar
en los millones de años luz
aun faltan almas para cegar a mi corazón
pero mi voluntad está libre ahora
libre de pensamientos, de impurezas pasajeras
de amor inverso, estoy libre en cuerpo
pues nada es lo que solía ser
nada es como lo soñé
pero imaginé, en cierta circunstancia
un poema, una frase bendita
una situación similar de ansiar tanto
y encuadernar tan poco
en estas páginas manchadas de sangre
hirviendo de pasión adolescente
más cambiante que el sol de abril
que fue cuando nuestra felicidad surgió
aplacada por la culpa y el temor
sin más presagios, inmaculada
en mi mente marchita
en tus ojos opacos de mentiras verdaderas
en tu risa llena de asombro
en tus besos incrédulos que tanto me gustaron
que tanto utilicé para satisfacer
que ahora ya no viven en mí
ya no inspiran incluso.
Será que el tiempo gastó nuestro intelecto
y el viento se llevó las promesas que alguna vez
me tranquilizaron, mas ahora interfieren
y se meten entre mis vísceras armadas de valor,
alterando todo y cada circuito
cada articulación propia
cada centímetro, cada átomo
de este inverosímil soñador
muerto en la incertidumbre, implacable de quebrar
cada espacio que me recuerde
lo que alguna vez inventé y creí cierto
tan solo para apaciguar la llama
que no deja dormir,
aunque es tarde, esta vida
no deja casualidades para nadie
menos aún, para un amante bohemio
invencible de coraza,
pero frágil - al fin y al cabo - en su renacer
y cóncavo de intuición.
