miércoles, 14 de septiembre de 2011

unmundofeliz.bmp

Estas sonrisas no son fingidas, ni mucho menos autoinducidas. Son la más fiel prueba de que mi corazón aun tiene ánimos de volver a intentar. Es más, me encanta sonreír. Intento sonreír todo el tiempo; pero más me gusta hacer sonreír a los demás. Siempre lo logro, es como uno de mis superpoderes. Mas estas son sonrisas distintas. Su mecanismo desencadenante es distinto y un tanto desconocido.

Y en mediodía, voy a poner a prueba su desempeño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres el mejor :)
laboriosa 44!