Estas sonrisas no son fingidas, ni mucho menos autoinducidas. Son la más fiel prueba de que mi corazón aun tiene ánimos de volver a intentar. Es más, me encanta sonreír. Intento sonreír todo el tiempo; pero más me gusta hacer sonreír a los demás. Siempre lo logro, es como uno de mis superpoderes. Mas estas son sonrisas distintas. Su mecanismo desencadenante es distinto y un tanto desconocido.
Y en mediodía, voy a poner a prueba su desempeño.
1 comentario:
eres el mejor :)
laboriosa 44!
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