Me motivan muchas cosas, me desmotivan algunas pocas.
Falta poco ahora, me tranquiliza y me llama.
Lo llamaré como me plazca, nadie tiene porque opinar.
En la opinión ajena, siempre reina la desgracia propia.
Desgraciadamente, no hay que confiar en todo el mundo.
Todo está como brillante, que es distinto a que todos brillen.
Para mí, es distinto, porque aprendo a ver las cosas a mi manera.
Y me gusta, y me gusta...
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