martes, 23 de febrero de 2010

L'amour...

Una vez alguien me dijo que la historia cuenta (y da fé) que de nuestras caídas y errores aprendemos. Me contó también, que las personas forjan su destino, pero eso, para mí, aun es tema de debate. 2 personas, que por alguna extraña razón estaban destinadas a conocerse tienen siempre 2 opciones (claras y concisas).

El debate, por supuesto, va más allá de eso, pero la idea de este escrito era evidenciar la influencia del destino y de nuestras propias elecciones. Siempre nos llevarán a donde queramos, si la racionalidad se hace presente y no opaca a la fantasía. Pies en la tierra, cabeza en las nubes, mente en un vaso con agua y corazón en una taza de azúcar. Falsedad enterrada mil metros bajo tierra, sinceridad a flor de piel. Los sentidos se agudizan y ya no se que creer, mi mundo se vuelve de colores y de pronto siento que floto. Que nadie me entienda, ya no es tema de conversación.

Yo sé, yo siento, yo pienso, yo decido lo que yo quiero. Siempre me he caracterizado por decir lo que pienso en el momento oportuno.... miento, no siempre.. pero desde hace bastante tiempo que sí. Y cuando digo bastante tiempo, queda claro que mucho antes de incluso mis 19.
Entonces, al final lo único que interesa, es que cuando uno pone todo de sí mismo, siempre va a triunfar, por más utópico e irreal que la situación sea.

Personalmente, me propuse volver a alcanzar la felicidad y estabilidad en mi vida, y bien me parece que lo estoy logrando, poco a poco, minuto a minuto, día a día. Son pocas las personas que aportan su granito de arena (algunas aportan playas enteras jaja), pero no me quejo. Presiento que este año será espectacular en todo sentido, pero todo a su tiempo. Por lo menos he aprendido a tener paciencia en este verano, es lo que más faltaba para completarme.

A diferencia de muchas otras, esta nota incluye completamente y sinceramente mi manera de pensar en este preciso momento. No porque escriba una nota en primera persona va a representar a mi propio yo... sin embargo, este es el caso. Y no me importa que todo el mundo lo sepa.

1 comentario:

Tomás Reyes dijo...

L'amour est un oiseau rebelle, dicen por ahí.

Hay que cavarse la felicidad, pero siempre cavamos hacia abajo.

Viva el 2010, lo de menos será el bicentenario ;)