Por eso mismo, hay que seguir el conducto regular; aprender a canalizar de manera adecuada. Lo que es justo es justo, no porque la mayoría de las personas vele por su propia conveniencia hay que predicar con aquel ejemplo y abusar del resto.
La vida ha cambiado. Antes la enseñanza estaba basada en una jerarquía de poder, de supervivencia, y la gente olvida eso. Olvida que los estatutos cambiaron, que ya no hay una meta absoluta personal dentro de una sociedad actual con tantos estímulos. De ahí se desprende que nunca es bueno planear tan a largo plazo.
Las metas, que son muchas y dinámicas, van cambiando su lugar en la lista de prioridades; entonces, los planes cambian. Y cuando cambian los planes, cambias tu manera de ver las cosas y todo vuelve a replantearse. Cada cambio tiene su consecuencia y cada plan tiene su meta, las metas chocan. Cada decisión que tomes altera el curso de las cosas, hay que saber dejar ir.
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