No, no, no. No lo logré. Me siento levemente perdedor, estafado. Increiblemente imbécil, aunque en el fondo es muy mentira. Estoy triste y enojado a la vez, no es novedad. El día está feo. Estoy feo. Estoy desmotivado, estoy odiando las patologías psiquiátricas. Estoy tratando de largarlo todo por la borda, escupiendo hasta llegar al nivel real del mar. Despejarme. Necesito una salida, una grande. Más encima el supermercado, más encima la lavandería. Más encima succionan mis gastos y estoy reprimido bien en el fondo. Y no sé si sea la mejor idea no irme, aunque quiera. Quiero salir, quiero estar solo y lejos y no tan solo después. Volver cuando se me necesite real, porque ahora último, de lo bueno poco y poco no es suficiente para satisfacerme. Este finde será de transición al nuevo nuevo nuevo yo y de organizar mi vida de una vez, pero necesito espacio mental y no tanta restricción física. Necesito ser flaco de nuevo y motivarme para hacer deporte. Necesito no ser tan compulsivo, pero a la vez si. Quiero mucho y tengo tan poco en estos momentos, temo por mi salvación. Un día llegará esa idea a mi mente y todo será malo después. Descansaré del descanso por ahora, reformaré mi psicología desarmada una vez más y volveré a la normalidad en un santiamén.
INCLUSO ANTES DE LO QUE YO MISMO CREO, JEJE.
No voy a perder el control.
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