El derrumbe fue tal
que cuál cuándo cómo
y dónde nos metimos
para lograr un escape
victorioso, peligro oso.
No olvidaremos quién
buscó por nosotros
con cada cuerpo que encontró
más sin madre,
más sin amigos.
Años pasaron
seguimos sangrando
de afuera hacia adentro
del cuerpo al corazón
una estocada en la batalla
un caballo desbocado.
Lunas quedaron
siempre estériles,
esterilizadas de la mente
viéronos servir como cocktail
en una familia de hilo y punta
con la frontera.
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