martes, 12 de mayo de 2015

suave

Voy a recordarte cada vez que 
ponga suavizante
a la ropa que me regalabas
en la que imagino
tu piel albina y ojos de hielo
con mirada de consuelo
y de pronto tu piel roza
mi piel ajena 
despacito desde lejos.

Y un día después de afeitar
la ansiedad no disimulará
nuestros cuerpos suaves
frescos cambiantes
y no rozaremos piel,
estaremos desnudos
hasta el corazón mutuo
tranquilito 
en su perteneciente.

1 comentario:

Tomás Reyes dijo...

Está está único!!! Haré un comentario muy erudito, así que prepárate:
Me recuerdas a Oliverio Girondo.