domingo, 23 de octubre de 2016

parole parole parole

Nunca había podido describir aquellos eventos en palabras. Y hoy, después de haberme desnudado tanto ayer, me desnudo con mis dudas. Con mi indiferencia, con mis mecanismos de defensa. Con mis nuevas habilidades que estoy intentando aplicar, pero duele. Duele repasar una y otra vez por lo prohibido, lo que no se debe hacer. Pero volando estaba, bien abajo. Es claramente una prueba del destino, que encaja todo en el domingo apropiado (que hasta ahora me parece el más equivocado desde hace tiempo). Pero, es realmente una señal o un castigo? o efectivamente una prueba? Porque hasta ahora bendición no parece, es distinto eso sí. Se siente distinto en la piel, en los ojos. Pican, arden. Estoy aquí, pero a la vez no. Esperando por ser encubierto y descubierto. Estoy esperando a resolverlo solo, los tiempos han cambiado. 

No hay comentarios.: