Como bien dicen algunos, más que otros muchos, las repeticiones son distintas. No son iguales, son diferentes entre sí y para los otros. También para nosotros son percibidas distinta e indistintamente. No hay repetición que reproduzca hechos, emociones o labilidades en su totalidad. Entonces, ¿de dónde surge el miedo? Si nada será lo que fue, lo que avecina es un reinvento constante de momentos. Despertares de multitudes sedientas y que no saben lo que quieren. La experiencia marca muchas veces un camino, es un molde, un fenómeno que demuestra el aprendizaje empírico y constante del experimentador. He ahí la (no) razón de nuestras melancolías, pues vengo de lo instantáneo, lo idóneo y exigente. ¿Qué tan apropiado por la filosofía se encuentra el pensamiento hoy en día? ¿Qué tan cierta y eterna es la naturaleza que nos rodea si nos permite indagar su propio origen mediante herramientas sociales, como lo es la cultura en sí y para sí misma, que no es más que una antítesis temporal de lo natural a través del relato sostenido en el tiempo?
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