sábado, 14 de marzo de 2015

Taxi

Escribo porque echo de menos nuestra ansiedad. Nuestra impulsividad. Nuestra cotidianidad. Yo te echo de menos mientras duermo contigo. Mientras me besas y olvido el mundo exterior. Mientras me abrazas y toco el cielo sin hablar. Mientras me tocas y me siento el más amado de la vida. Mientras me hablas y tus palabras ya no valen ni suenan convincentes. Te echo de menos ahora y siempre. Te extraño de antemano  y quizás no te lo he dicho de manera comprensible. Te extraño en todas partes. En el hospital, en mi casa, en tu casa, en la calle, en la micro, en el baño, en la cocina y en el comedor. Ahora y cada día que la distancia nos corroe.

Ayúdame a paliar este sentimiento ingrato y mentiroso que se apodera de mi. Ayúdame. 

1 comentario:

Tomás Reyes dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.