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Se me eriza la piel de solo pensar el solo hecho de tener su nombre en mi mente y que me aparezca y me atormente y me parezca bien ser atormentado por su nombre de joven combatiente en sus años comunistas de guerrilla occidental. Sus frutas tropicales han calado hondo en el alma aprisionada que no deja huellas de amor mas deja su recuerdo plasmado. Es amor y odio en un mismo corazón ofuscado por la ambición y deslealtad de los espíritus rotos cuyas cicatrices ilógicas brillaban bajo el sol de Verona.